La cirugía de la nariz permite aumentar o disminuir su tamaño, darle otra forma a la punta o a su raíz.
Modificar la apertura de los orificios nasales o cambiar el ángulo formado por la nariz y el labio superior.
La intervención conseguirá un rostro más armónico con formas más suaves.
Además de la mejora estética también resuelve problemas funcionales, tanto congénitos como traumáticos.
Un corrección del tabique nasal ayudará a mejorar la respiración nasal.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?
Esta cirugía puede hacerse con dos tipos de abordaje distintos, cerrado o abierto.
En la Rinoplastia Cerrada las incisiones se realizan por dentro de las fosas nasales, separando la zona mucosa de los cartílagos.
Por otro lado en la Rinoplastia Abierta las incisiones son parecidas a la cerrada.
Excepto una pequeña que hacemos por la parte inferior de la columelar y cuya cicatrización suele ser muy buena y poco apreciable a la vista.
Una vez realizada la vía de abordaje llegaremos a la zona ósea y trataremos eliminando el hueso que no hace que la nariz tenga giba o un tamaño no apropiado.
Remodelaremos la parte cartilaginosa y suturamos las incisiones.
Una vez terminada la operación pondremos unos tapones con sustancias cicatrizantes y ferulizaremos la nueva nariz para protegerla y evitar una hinchazón excesiva.